Ana Belén Punzón.
Los alumnos de la ESO destacan sobre todo cómo han debido empatizar con los niños, cómo han debido mostrar paciencia y cómo le has recordado a sus años en Primaria.
Se han dado cuenta de lo poco que cuesta prestar tu ayuda cuando alguien lo necesita, ya que había niños o que se sentían con vergüenza por no ser capaces de leer todo lo bien que a ellos les gustaría o simplemente por tener a uno o dos “mayores” a su lado.
Además lo que les llegó al corazón era cómo estos niños se aprendieron sus nombres e incluso en el momento de despedirse les dieron un abrazo,todo en señal de agradecimiento.
Por otro lado, los alumnos de 1º se han sentido acompañados, seguros y ayudados. Haciendo la lectura y la tarea posterior a la misma más fácil, divertida y didáctica.
A modo de conclusión, decir que es una experiencia que repetirían sin dudarlo e incluso les gustaría que durara más tiempo porque se les hizo corta. Pequeños y mayores han podido ser ellos mismos y mostrar cariño y paciencia hacia los niños pequeños y recibir de ellos ese cariño también.
Personalmente no sé quién ha aprendido más si los pequeños de los mayores o al contrario. Sin duda es un proyecto que hay que instaurar en el centro.