Este 2024 los alumnos de primero de bachillerato se han ido dos días de convivencia a Segart para fortalecer lazos.
Por Inés y Carla
Los alumnos de primero de bachillerato disfrutaron de una enriquecedora jornada de convivencia en el municipio rural de Segart. Esta actividad, organizada por el equipo docente, tuvo como principal objetivo fomentar la reflexión, el trabajo en equipo y fortalecer las relaciones entre compañeros y profesores en un entorno natural.
Durante la convivencia, los estudiantes disfrutaron de actividades al aire libre, dinámicas de equipo y momentos de reflexión personal por parte del profesorado. Las montañas y paisajes naturales de Segart sirvieron de marco perfecto para desconectar de la rutina académica y fomentar una conexión más profunda con los demás.
La jornada comenzó con una actividad artística que potenció la creatividad y la cohesión grupal de los estudiantes. Juntos, decidieron valores más importantes en sus vidas para proteger y cuidar su familia, amigos…, mediante el dibujo de árboles con raíces y frutos. El objetivo era reflexionar sobre los valores fundamentales para crear una sociedad mejor en el futuro.
A continuación, los profesores propusieron una dinámica en la cual los alumnos podían escribir voluntariamente sus preocupaciones de forma anónima para luego buscar soluciones entre todos. Se trataron temas como la validación personal, el miedo al futuro, la ansiedad académica, los problemas familiares… El objetivo era ayudar a aquellas personas que escribieron algún problema, escuchando distintos puntos de vista que podrían no haber tenido en cuenta, e invitar a todos a meditar en un ambiente de escucha, confianza y respeto.
Esa misma noche se realizó una última actividad en la cual se realizó una competición con varios juegos con el propósito de desconectar de las rutinas académicas y conectar más profundamente con ellos mismo y con sus compañeros de equipo.
Finalmente, la convivencia finalizó con una caminata por los paisajes montañosos de Segart, que permitió a los alumnos disfrutar de la naturaleza sin los teléfonos móviles y respirar aire fresco alejados de la ciudad. Al volver al albergue, tuvo lugar un momento de oración que cerró la convivencia y dio paso a un ambiente de familia entre los presentes.
En conclusión, esta convivencia ha sido un descanso para los alumnos de primero de bachillerato, que les ha permitido coger fuerzas de cara al segundo trimestre Sin duda, esta convivencia quedará en la memoria de los estudiantes como una experiencia transformadora y llena de significados.
