El desafío de los centros de día durante el confinamiento: estar cerca en la distancia

15 mayo 2020

La pandemia ha agravado las situaciones de desigualdad que ya de por sí viven los menores y las familias destinatarias de los recursos socioeducativos: centros de día y proyectos de apoyo educativo.
Por FISAT
Nuestro desafío 

Desde que se decretara el estado de alarma y comenzara el confinamiento, los equipos de educadoras y educadores de la Fundación Ángel Tomás- FISAT están realizando una labor muy amplia y diversa para dar respuesta a las múltiples dificultades a las que se enfrentan los menores a los que acompañan en su día a día de confinamiento.

 

Uno de los principales retos es el apoyo académico: la falta de medios, de conocimientos técnicos de las familias o la motivación de los menores y jóvenes son escollos a los que hacer frente por parte de los equipos educativos. 

 

Sonia Humada, directora del centro de día Entre Amics de la Plataforma Social Salesianos San Juan Bosco, explica cómo han gestionado esta cuestión y cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan. 

 

“A nivel escolar, nos pusimos en contacto con todos los colegios e institutos para mostrar nuestra disponibilidad en apoyar en lo que fuera necesario. A partir de ahí nuestro trabajo está siendo el de facilitar a las familias los deberes, ya que la gran mayoría no sabe utilizar las plataformas de los colegios donde cuelgan las actividades. Y las que saben utilizarlo no entienden lo que se les pide. Con lo que también hacemos una «traducción» y reorganización de los deberes para su mejor entendimiento”.

 

“Tenemos bastantes niños/as que muchos de sus deberes se deben imprimir, y en casa no tienen esta posibilidad. Con lo que también estamos llevando a las casas los deberes impresos”.

 

Sólo en el centro de día Entre Amics trabajan en coordinación con 12 colegios e institutos, para poder apoyar a sus destinatarias y destinatarios. “A muchos de los profesores les hemos pedido que nos manden directamente a nosotros los deberes vía email y así se los rebotamos a la familia «traducidos» y nos ahorramos entrar en las diferentes plataformas”.

 

“Acompañar en la realización de los deberes está siendo más difícil con bastantes de los destinatarios, porque los niños no están respondiendo del todo favorablemente y con motivación a este tema, pero vamos haciendo camino”.

 

Una de las dificultades añadida es la falta de medios tecnológicos. Desde los centros educativos se han habilitado plataformas online, se programan videollamadas para dar una continuidad al curso académico pero todo ello conlleva la disponibilidad de dispositivos (móvil, tablet, ordenador) y de conexión a internet… algo que no es real para muchas familias. 

 

“Hemos pedido las tablets a Telefónica, y tampoco tenemos respuesta. Con lo que hemos repartido ordenadores portátiles para los chavales de secundaria que no tenían, ya que sus deberes son más complicados de ver y hacer por móvil. Son los portátiles que ellos usan de normal en el centro para sus trabajos de clase, deberes, etc. Las tablets de Conselleria que anunciaron que darían, a los nuestros nos les ha llegado, una pena”, lamenta la directora del centro de día Entre Amics.  

 

Las familias

Tanto en los centros de día como en los proyectos de apoyo educativo (PAES) se ha seguido manteniendo el contacto con los menores y sus familias. Proponiendo semanalmente encuentros virtuales, talleres, retos y juegos para los chavales y un seguimiento con las familias. “Todas las semanas el educador o educadora de referencia contacta con la familia para preguntar cómo está yendo el ambiente familiar y que nos sigan sintiendo muy cerca”, esta labor es fundamental para tantear cómo vas los ánimos, el acceso a las necesidades básicas, resolver dudas en cuanto a prestaciones como el bonocomedor de la Conselleria, etc”. 

 

“A nivel familiar, estamos un poco preocupados por la pérdida de hábitos de horarios, comidas, sueño, etc, de muchos de los destinatarios”, recalca Humada.

 

No retroceder y avanzar hacia la normalidad

 

Desde los proyectos socioeducativos se han gestionado diferentes ayudas y recursos como las Becas comedor de Educo o las ayudas de alimentación de Proinfancia; así como apoyo psicológico tanto a destinatarios como a familias. 

 

“Las familias están respondiendo con agradecimiento y nos transmiten que nos sienten cerca, y eso ya es mucho estando en la situación tan peculiar que nos encontramos”. 

 

“Lo más importante ahora es no retroceder en el camino recorrido y que los jóvenes sepan que pueden contar con nosotros a pesar del confinamiento”, remarca Judit Pla, educadora del Proyecto de Apoyo Educativo Don Bosco en Salesianos Alcoy.

 

Monti Garrido, directora del centro de día Don Bosco de la Plataforma social de Salesianos San Antonio Abad, reclama un compromiso para que nadie se quede atrás: “Actualmente nos preocupa la incertidumbre que genera la situación que se está viviendo y el incremento de las necesidades que viven las familias y menores a los que atendemos. Consideramos que es fundamental el apoyo de agentes sociales, instituciones y de la sociedad en general para que también las familias más vulnerables recuperen la normalidad”. 

 

Centros de día y PAEs en FISAT

 

La Fundación Ángel Tomás cuenta con seis proyectos de apoyo educativo: PAE Don Bosco y PAE Entre Amics en Valencia; PAE Porta Oberta en Burriana; PAE Don Bosco en Alcoy; PAE Ángel Tomás en Villena y PAE Shirika en Cartagena. Y dos centros de día en Valencia: centro de día Don Bosco y centro de día Entre Amics.

 

En 2019 los recursos socioeducativos de FISAT atendieron a 202 menores de forma directa con edades entre los 6 y los 17 años.

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