Esperada por lo especial que resulta poder compartir con amigos y amigas unos días de juego y aprendizaje desde la experiencia y el contacto con la naturaleza, los animales de granja, los cultivos de nuestra tierra y, sobre todo, cargados de diversión. Pero también esperada porque la pandemia nos había privado de la posibilidad de estos momentos de salidas y excursiones con pernocta. Recuperar este formato hacía de esta excursión un momento “muy especial”.

Y no defraudó. Todo el alumnado se lo pasó genial y fueron el orgullo de sus profesores y profesoras que recibieron la enhorabuena de todo el personal que les acogía por su buen comportamiento, su participación activa y colaboradora y sus ganas de divertirse y aprender.

Solo pudieron ser dos días, eso sí, intensos y maravillosos. Una pena que se acabaran tan pronto.

En ellos pudieron disfrutar de actividades de multiaventura como el rocódromo, los juegos de agua o el tiro con arco entre otros, que se combinaban con otros más relacionados con la actividad de la granja como la visita a los animales y la familiarización con sus cuidados y alimentación o la creación de semilleros para la repoblación o el sembrado, el rastreo y reconocimiento de diferentes huellas de animales, etc…

Tuvieron la oportunidad de dormir fuera de casa, en la mayoría de los casos, por primera vez y de hacerse responsables de su higiene y autonomía para organizar sus enseres. Todo un ejercicio de madurez que nos muestra lo preparados que están nuestros chicos y chicas de 2º para pasar a 3º.

Sus profes y seños disfrutaron de lo lindo viendo lo bien que lo pasaban y compartiendo con ellos danzas de animación y hasta la discoteca nocturna organizada por los monitores y monitoras a los que hay que dar una mención aparte por su profesionalidad y cercanía.

La estancia en Casa Blanca seguro que quedará en el recuerdo durante mucho tiempo pues nos ha dejado ganas de repetir.